Planear, organizar, elaborar logísticas, programar………..todo ello de pronto es secundario cuando te encuentras que como parte de tu trabajo estas en medio de las ilusiones, las emociones y los sentimientos de los novios que te han contratado para organizar su boda .
El sentimiento es un estado de ánimo producto de las emociones, forma parte de la dinámica a reaccionar a eventos de la vida diaria, por eso cuando los novios están cerca de la fecha de su boda es donde su vida diaria se ve alterada, las emociones surgen de diferente manera y crean sentimientos.
Un sentimiento equivale a fomentar un anhelo.
Los sentimientos necesitan de una razón o cauce para lograr un estado de satisfacción y equilibrio.
Darles certeza a los novios de que la organización de su boda está en buenas manos, de que estamos preparados para reaccionar ante los imponderables y que tenemos la capacidad de resolver las situaciones que se presenten es fundamental para crear el sentimiento de seguridad que tanto necesitan.
Como Wedding Planner es muy importante desarrollar un sentimiento intuitivo, sensitivo y perceptivo que ayude a la pareja a tener confianza en nosotros. El factor confianza será el más importante para poder trabajar en un ambiente de armonía y no de presión. Sin embargo la confianza va de la mano con la responsabilidad que implica el que depositen en una persona y su equipo la organización de lo que para ellos es uno de los momentos más importantes de su vida.
Así, nuestra responsabilidad como Wedding Planner no solo será la de planear adecuadamente una boda sino también la de entender los sentimientos de la pareja y familiares para poderlos apoyar donde quizás más lo necesitan: Sus emociones.
Jaime Pérez Rico
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